martes, 26 de abril de 2011

¿TIENES VALOR?

"Unos nacen con estrella y otros estrellados", le oía decir a mi abuela.

Y, es cierto, que a veces no le faltaba razón. Pero hace tiempo comprendí que, sin lugar a dudas, ella se refería a que hay personas que nacen empresarios, mientras que otros nacen para empleados de por vida.

Los primeros "condenados" a una vida llena de éxito, dinero y tiempo libre; mientras que los otros(en mayor cantidad) condenados a una vida llena de penurias para llegar a fin de mes.
Quién sabe si esta hipótesis no posee algo de realismo, de verdad en sí misma, pero esto es según el cristal con el que se mire.

Personalmente creo que quienes nacen emprendedores siempre lo serán, aunque no logren completar el sueño de ser profesionales independientes y vivan toda la vida metidos en el obligado disfraz de empleados.
Por supuesto que siempre habrá quienes estén contentos y se sientan  seguros con un empleo a cambio de ¿seguridad?  de un sueldo a fin de mes, entre otras ¿seguridades? que están en manos de otras personas(normalmente el jefe).  Y para los que su único sueño sea escalar puestos dentro de la empresa, o incluso llegar a pertenecer a la competencia(se han visto muchos casos).

Robert T. Kiyosaki, lo expresa muy bien en su libro "Padre Rico, Padre Pobre", donde cuenta la historia en la diferencia de consejos entre sus padres, uno Rico y otro Pobre, y donde se aprecia que el padre rico lo era porque tenía sueños, ideas y sobretodo cultura y educación.

Para poder llegar a plasmar estos sueños de libertad, de independencia profesional y económica, sin duda más allá del mito  que indica que es necesario tener dinero para montar un negocio o ser un profesional libre, debemos contar no solo con las ideas que podamos tener para ponerlo en práctica sino con capacitación constante. Y llegados a este punto, no me refiero solo a capacitación profesional, sino al ámbito personal.

Un corredor no gana una carrera de fondo porque sus zapatillas deportivas sean las mejores, sino porque su esfuerzo, su afán de superación, su empeño, y su pasión por este deporte no le dejan tirar la toalla.

Cualquier empleado que pretenda ser emprendedor ha de pasar por un proceso personal en el que sea capaz de enfrentarse a su miedos: miedo al fracaso personal, económico y social. Ha de estar dispuesto a poner cuerpo y alma en su propósito para ganar esta carrera de fondo. Así es como se han forjado los grandes personajes de las finanzas y la economía.

Sin lugar a dudas, para un emprendedor, para aquellos que sienten que está atrapados en un disfraz de empleados que no les pertenece, es posible lograrlo.

Tal vez solo sea necesario un cambio de actitud, y como las crisis son, en realidad, oportunidades puede que este sea tu momento para hacer lo que siempre has querido.

Tenemos algo muy poderoso en nuestras manos: "nuestra vida" es "nuestra".

Vivid vuestra vida.
Cread vuestra vida.
Y sobretodo, disfrutadla.


http://www.franbarbero.es/emprendedores/

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